miércoles, 22 de enero de 2014

REENCUENTRO

Hola, luego de largo tiempo, por fin retomo mi blog. Nos veremos por aquí. Saludos

jueves, 11 de agosto de 2011

Los 2 Cantinflas

Les comparto este artículo de la Loaeza,coincido con ella, en que ni saludaría al Cantinflas de las películas a color
http://guadalupeloaeza.typepad.com/abuelas_bien/2011/08/guadalupe-loaeza-cantinflas.html

lunes, 4 de abril de 2011

Los Lobos - Prenda Del Alma

PRIMAVERA DESOLADA

Les comparto algo que escribí sobre Cuernavaca http://www.sdpnoticias.com/columna/1917/Primavera_desolada

miércoles, 2 de marzo de 2011

lunes, 28 de febrero de 2011

Propuesta AMLO empresarios

http://www.sdpnoticias.com/nota/9246/Celebro_su_apoyo_para_lograr_el_renacimiento_del_pais_AMLO_a_empresarios
Propuesta que hace hoy Andrés Manuel López Obrador a los empresarios, para impulsar la creación de un nuevo modelo económico.

domingo, 3 de octubre de 2010

El misterio de los rollos perdidos








En memoria del 2 de octubre de 1968, recupero este artículo de Homero Bazán, publicado hoy 3 de octubre de 2010, en El Universal.

En 1968, en la plaza de las Tres Culturas, los camarógrafos Servando González, Ángel Bilbatúa, Alex Phillips, Cuauhtémoc García Pineda y Armando Carrillo, acompañados de asistentes, filmaron durante más de seis horas la matanza ocurrida en Tlatelolco. A 42 años de los sucesos la misma pregunta éstá en el aire ¿Dónde se encuentran los rollos de aquellas filmaciones?

En este mismo espacio, publicamos el testimonio de uno de los asistentes de los camarógrafos, quien vio en la plaza el asesinato de una bella joven que corría entre la multitud. Lo titulamos La muchacha del abrigo rojo (7 de septiembre de 2008).

Y al revisar la declaración que hace más de siete años rindió ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, José Salvador Gallástegui Contreras, ex oficial mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores, así como Cuauhtémoc García Pineda, entonces camarógrafo de la Presidencia, coinciden con algunos hechos narrados por nuestro testigo, al que identificamos por su propia petición bajo el sobrenombre de Don F.

La leyenda urbana cuenta que el propio Luis Echeverría pidió que el uso de la fuerza fuera testimoniado como documental en película, y que días después vio la película en su despacho, mientras disfrutaba de un costoso coñac importado.

Pero don F afirma que las filmaciones que se han rescatado de algunos rollos originales no tienen nada que ver con el horroroso espectáculo que tuvo lugar ese día, cuando en su calidad de chalán fue llevado junto con los otros a bordo de camionetas y se le colocó en un edificio cercanos a la plaza, horas antes de que unos misteriosos hombres con guantes blancos comenzaran a disparar sobre la multitud indefensa.

En su testimonio rendido en 2003, a la edad de 72 años, Gallástegui dijo no recordar si habló telefónicamente con Fernando Gutiérrez Barrios, entonces titular de la Dirección Federal de Seguridad o Rafael Hernández Ochoa, subsecretario de Gobernación y amigo cercano de Luis Echeverría, pero confirmaron que recibiera al grupo de camarógrafos y les diera luz verde en los accesos a los mejores puntos de la plaza.

Aproximadamente a las 6:30 de la tarde recibió a los equipos de filmación conformados por aproximadamente 10 personas y de primera instancia los colocó en una oficina vacía de la Dirección de Protocolo, en el piso 17 de la SRE.

Por su parte, Cuauhtémoc García Pineda, en su declaración, precisó que lo llamaron a las 6 de la mañana de parte de Ángel Bilbatúa, quien también trabajaba para Gobernación, para irse juntos a la Secretaría de Relaciones Exteriores, y ya como a eso de las 9 am, se encontraban con Servando González y otros asistentes.

Don F, afirma que desde el traslado se les advirtió que no era una simple manifestación, que se iba a “poner feo” y que incluso en la azotea un mando militar les advirtió que sólo sacaran el cuerpo lo necesario o les podía tocar una bala perdida. Don F recuerda que todo se tornó como un sueño cuando la balacera comenzó. Se veía gente extraña en algunas ventanas, en las azoteas, En algunos lugares sólo se veían rifles sobresalir por las cornisas. La gente huía, algunos jóvenes caían muertos y hacía tropezar a otros que estaban tras de ellos y una vez en el suelo corrían la misma suerte.

El equipo de filmación fueron sacados durante la madrugada y don F sintió ganas de vomitar cuando uno de ellos comentó que hubiesen cobrado más de los 20 mil pesos que les pagaron.

Todavía lamenta que el premio para esos filmadores mercenarios haya sido el apoyo para la producción de películas y que muchos de ellos presumieran galardones y gozando de las casas de postproducción y los contratos que ganaron para hacer documentales de la industria mexicana por ser “gente de confianza”.

“Después de lo que vio, no sé como Servando González pudo participar tiempo después filmado la campaña presidencial de Luis Echeverría”, comentó Don F, quien hasta la fecha se pregunta donde estarán los negativos y positivos de las seis horas de filmación que registraron aquel fatídico día.

“Es seguro que existe una copia por ahí, joven”, afirmó , aludiendo al código que en esos años prevalecía entre el gremio de los técnicos de revelado, quienes sacaban una copia fantasma de los materiales importantes y la archivaban bajo otro nombre. “Así fue como se salvó el poco material conocido del 68, guardado en una lata bajo el título falso de “Los reyes de Acapulco”… “Estoy seguro que esos misteriosos rollos perdidos siguen por ahí”, añadió Don F, hoy abuelo de varios nietos.